Comenzamos lavando las fresas con abundante agua.
Con la ayuda de un cuchillo, limpiamos las fresas retirando la parte superior.
A continuación, cortamos las fresas en pequeños trozos. Reservamos para después.
En un shaker, añadimos los 300ml de leche o bebida vegetal seleccionada. Añadimos los 40 gramos de proteína. Agitamos hasta lograr su completa disolución.
En el molde para helados que vayamos a utilizar, añadimos los trozos de fresa partidos anteriormente.
Una vez repartidas las fresas, rellenamos la parte restante del molde con el batido de proteína preparado.
Colocamos las tapas sobre cada molde. Refrigeramos en el congelador durante 5-6 horas. ¡Y listo!