Uno de los problemas que más afecta a las mujeres con la edad es la conocida celulitis, pero ¿existe alguna forma para combatir la celulitis o para evitarla? ¿Se conoce suficientemente cómo se genera o por qué?
Entre un ochenta y un noventa por ciento de las mujeres a partir de la pubertad comienza a tener celulitis en mayor o menor medida, cosa que en los hombres es raramente existente este caso. Según algunos estudios, puede ir unido a los procesos hormonales que sufre la mujer a lo largo de su vida y a la mala circulación de la sangre.
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¿Qué es la celulitis?
La celulitis es conocida como una acumulación de tejido adiposo en partes bastante concretas del cuerpo, formando pequeños bultos de toxinas, grasa y agua. Existen diferentes tipos de celulitis que dependen de su grado de desarrollo y acumulación de elementos. Por eso, se encuentra la celulitis dura o blanda y la “piel de naranja”, como es conocida comúnmente por el género femenino.
La celulitis se presenta como grasa acumulada, generando pequeños montículos de tejido en el cuerpo, sobre todo, muslos, piernas, glúteos y abdomen.
Cuando se presiona la zona es cuando principalmente aparece el fenómeno, aunque en casos más agudos, incluso ya queda como lesión en la piel. La aparición de la celulitis se sucede en diferentes etapas, desde la mala circulación y la poca flexibilidad de la piel; pasando por dolor de la zona afectada y aparición de varices, hasta la llegada de las lesiones sin presión en las que la “piel de naranja” queda fija y no precisa presión para que aparezca.
¿Cómo combatirla?
Su prevención es complicada y su tratamiento no es más eficaz aún. No existe peligro para la salud, pero por razones estéticas y el grupo al que más afecta, confiere a este fenómeno una atención especial. La forma más adecuada para poder reducirla es el consumo de agua en grandes cantidades, al menos un litro y medio de agua al día y realizar ejercicio casi diario para reforzar las zonas afectadas y devolver la musculatura, reduciendo la grasa acumulada. Se recomiendan ejercicios de tonificación muscular como el footing y cualquier otro que realice esta función.
Además del combate diario, con la llegada de gran cantidad de innovaciones estéticas, puede tratarse mediante la liposucción y otros tratamientos semejantes como la cirugía o la mesoterapia. Estas técnicas tampoco garantizan al cien por cien su resultado efectivo y además, no evitan que si no se lleva una vida sana y equilibrada, pueda volver a aparecer, lo cual supone una inversión no rentable.
Otros tratamientos algo más económicos y que combinados con el ejercicio pueden obtener resultado es el uso de cremas y geles anticelulíticos; además de otros tratamientos mediante masajes. Debe tenerse en cuenta que el uso único de estos tratamientos no supondrá su supresión, sino que debe hacerse de forma combinada con ejercicio físico.
¿Tiene que ver la alimentación con la aparición de celulitis?
La alimentación y la celulitis guardan una relación muy directa, sobre todo, en materia de prevención. Existen algunas sustancias que suponen la alteración y acumulación de tejido adiposo en el organismo como el alcohol; café o tabaco, principales causantes, junto con el sedentarismo de la aparición de celulitis.
Los alimentos que pueden ayudar a reducir dichas toxinas y eliminar la retención de líquidos son alimentos con fibra, alimentos depurativos y diuréticos, como los vegetales, las frutas y los cereales, que además, contienen gran cantidad de fibra, minerales y vitaminas, esenciales para el correcto funcionamiento de la circulación de la sangre. El pomelo o toronja, la fresa, el kiwi, la piña o la zanahoria, son algunos de los alimentos estrella.
También son recomendables los alimentos ricos en hierro; como las carnes y los pescados cocinados mediante una forma simple; cocidos, a la plancha y con pocas grasas de frituras. Para reducir o prevenir la celulitis deben abandonarse aquellos alimentos que estén compuestos de grasas saturadas y azúcares.
