Desde hace unos años, las tiendas sanas con comida y bebidas exclusivamente orgánicas vienen echando raíces en nuestro país. Los cambios positivos que se consiguen a partir de una alimentación sana y equilibrada no están reñidos en absoluto con lo simple y económico. Esto es precisamente lo que transmite el concepto fit food.
Qué es el concepto fit food
La vida moderna, tan acelerada y tan repleta de alimentos con exceso de azúcares, sodio y grasas saturadas, ha hecho mucho daño a nuestra alimentación. La comida rápida o fast food es precisamente uno de los mejores ejemplos de esto que decimos. Un tipo de alimentación que ha sido procesado y refinado con los peores ingredientes y las técnicas de procesamiento menos saludables.
Frente a este tipo de alimentación surge el concepto fit food. Una forma de comer sano a partir de comida a base de alimentos que provienen directamente de la naturaleza. En este sentido, un fit food market estaría integrado por productos tales como verduras, hortalizas, tubérculos, frutas, frutos secos, semillas, carnes, pescado, aves, huevos, fermentos naturales, productos orgánicos, especias, etc.
El sentido de la alimentación fit food pretende aunar las ventajas de una buena dieta sana con las del ejercicio. En este concepto nutrirse es mejor que alimentarse, la proteína es mejor que la grasa y la variedad es lo más recomendable frente a una dieta aburrida y monótona. Son ideas con las que se conseguirá cuidar el organismo por dentro, clave para una vida saludable.
Además, la comida fit food es aquella en la que en su proceso de elaboración no se hace un uso desmedido de aceites hidrogenados, grasas saturadas, aceites recalentados, conservantes, aditivos químicos, melados, siropes, etc. Todo ello para conseguir un correcto balance de los nutrientes a ingerir.
Claves en la alimentación fit food
Los alimentos que forman parte de este concepto se pueden conseguir de forma fácil y económica en cualquier fit food market. La calidad de los mismos nos permitirá obtener todas las enzimas, vitaminas, proteínas y minerales necesarios que nuestro organismo requiere para un óptimo funcionamiento.
A este respecto, hay una serie de claves que deberemos tener en cuenta para llevar a cabo la alimentación fit food:
- En todas las comidas debe existir una porción de proteína
- Hay que cocinar todo a la plancha, al horno, en el microondas, al vapor, cocido, etc.
- Se debe reducir la ingesta de carbohidratos de alto índice glucémico (IG) como el arroz, la pasta, las patatas, las zanahorias, las calabazas, etc.
- Beber al día un mínimo de 2 litros de agua
- Eliminar de la dieta el azúcar, la harina y el alcohol
- Reducir mucho el consumo de sal
- Tomar más infusiones o tés
- Leer bien las etiquetas de los productos para dar con los alimentos menos procesados
La clave, en definitiva, es cocinar los alimentos con ingredientes bajos en calorías, sin azúcar, bajos en grasas y con muchas proteínas. Con el concepto fit food se acaba la idea del comer por comer para dar paso a lo que nuestro organismo necesita exactamente y nutrirse bien.
Alimentos fit food
En la actualidad, hay una gran cantidad de fit food market en nuestro país para encontrar los alimentos mejor valorados en este sentido. La mayoría son ampliamente conocidos y fáciles de encontrar: nueces naturales o almendras, queso fresco 0%, trigo inflado integral, membrillo sin azúcar, quesos light, salsas como el tabasco o el sirope de Agave, zumos prensados en frío y con ingredientes 100% naturales, etc.
Lo ideal antes de ir a un fit food market es hacer una lista de alimentos en la que haya un perfecto equilibrio entre las grasas sanas, los hidratos de carbono y las proteínas. Una mezcla perfecta con la que se puede conseguir un sabor en los alimentos casi igual o más sabroso que cualquier otro.
En definitiva, el concepto fit food es una de las mejores alternativas para conseguir adoptar un nuevo hábito de alimentación que nos lleve a estar bien nutridos y con energía. Y todo ello manteniendo a su vez a raya las calorías y propiciando que nuestro cuerpo use los depósitos de grasa como energía. La idea no es comer por puro placer, sino para nutrirse y darle un sentido a lo que ingiera el cuerpo.
